Hijos adultos mayores al cuidado de sus padres
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En la actualidad y con una expectativa de vida que supera los 80 años, es común que hijos adultos con edades que superan los 65 años cuiden de sus padres, especialmente porque los padres que alcanzaron los 80 años o más tienen mayor incidencia de enfermedades y discapacidades que requieren acompañamiento y atención.
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Los hijos adultos mayores que también son cuidadores son vulnerables y pueden sufrir angustia emocional y deterioro físico al tener que ayudar a un padre con alguna discapacidad que requiera asistencia en cama o de movilidad, así como enfrentarse al manejo de enfermedades como el Alzheimer el Parkinson o la demencia senil.
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Para muchos adultos mayores, la única opción es ser cuidados por sus hijos, más allá de un tema cultural en la que prevalecen ideas como el que los hijos deben cuidar de los padres, existen dificultades de tipo adaptativo en la que el adulto mayor no acepta la ayuda de extraños, sienten vergüenza y pudor, lo cual dificulta muchas veces que el hijo cuidador pueda buscar ayuda externa, situación que genera resentimiento y angustia y dificulta en muchos casos una sana convivencia y comunicación entre ambos, ya que el cuidador se siente atado y muy cansado.
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En otros escenarios la situación es diferente y es el adulto mayor que hace de cuidador de sus padres, quien no acepta ayuda, pues considera que es su obligación y no permitirá bajo ninguna circunstancia que sus padres sean atendidos por terceros incluso si son especialistas.
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Ambos casos ameritan atención porque el hijo adulto mayor, puede estarse deteriorando tanto física como mentalmente. Es importante tratar de reflexionar con el y hacerle ver la importancia de descansar adecuadamente y de considerar ayuda externa especializada que le permita atender mejor a sus padres.
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Muchos cuidadores adultos mayores llegan a la conclusión de que sí es posible recibir ayuda sin descuidar a su ser querido, se hacen más conscientes de la forma adecuada de atenderlo, siendo más compasivos y comprenden que no es necesario sufrir o hacer esfuerzos adicionales para que su ser querido esté bien atendido y en las mejores condiciones posibles.
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“A veces es bueno decirles a tus padres: ‘Esto lo hago por ti; me gustaría que hicieras algo por mí'”, señaló Frances. “Los buenos padres preguntan: ‘OK, ¿qué puedo hacer por ti? Entonces, puedes decirles: ‘Puedes dejar que te ayude más’”.​
https://khn.org/news/como-cuidar-a-los-padres-mayores-cuando-no-quieren-ayuda/