Delirium en el adulto mayor
El delirium se define como una alteración aguda en la atención y la cognición que se desarrolla en un corto período de tiempo. Afecta principalmente a adultos mayores de 65 años y aunque suele ser reversible también puede ser mortal en aquellos con cierto grado de demencia o cuando se relaciona con alguna patología de tipo infecciosa como una infección urinaria, bronconeumonía etc.
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El delirio en el anciano es un síntoma de especial cuidado y obliga a buscar la enfermedad de base desencadenante. A veces ese estado confusional es el resultado de un chock séptico en el que los órganos y tejidos del organismo no reciben un aporte suficiente de oxígeno y nutrientes ocasionando una muerte progresiva de las celular y un fallo en la función de diferentes órganos.
El delirium se puede clasificar en tres tipos según el nivel de estado de alerta y actividad física del paciente.
Estos tipos son:
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Delirio hiperactivo. Es quizás el tipo que se reconoce con más facilidad y puede incluir inquietud (por ejemplo, andar de un lado a otro), agitación, cambios de humor rápidos o alucinaciones y la negativa a colaborar con la atención profesional.
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Delirio hipoactivo. Puede incluir inactividad o actividad motora reducida, pereza, somnolencia anormal o sensación de aturdimiento.
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Delirio mixto. Incluye tanto signos y síntomas del delirio hiperactivo como del hipoactivo. El paciente pasa rápidamente de estados hiperactivos a hipoactivos y viceversa.
Los signos y síntomas principales incluyen los siguientes.
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Reducción de la conciencia del entorno
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Esto puede ocasionar lo siguiente:
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Responder incoherencias a las preguntas o hablar solo de un tema.
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Quedarse fijo en una idea, un recuerdo y perder la capacidad de sostener una conversación.
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Distracción con facilidad por cosas sin importancia
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Pérdida de conciencia con respecto al entorno ( No poder decir en qué sitio se encuentra )
Habilidades de pensamiento deficientes (deterioro cognitivo)
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Dificultad para recordar palabras
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Pérdida de memoria reciente ( No recuerda si ya desayunó p, e)
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Desorientación, no saber quién es
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Habla sin sentido o divagación
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Problemas para comprender el habla
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Dificultades para leer o escribir
Cambios en el comportamiento, pueden incluir los siguientes:
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Agresividad
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Deseos de huir, inquietud, agitación.
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Gritar, llorar o emitir sonidos.
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Permanecer inmóvil largos periodos de tiempo
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Tener alucinaciones (ver cosas que no existen)
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Inversión del ciclo noche –día
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Alteración de los hábitos de sueño
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Perturbaciones emocionales, los cuales podrían aparecer de las siguientes maneras:
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Ansiedad, miedo o paranoia
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Depresión
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Irritabilidad
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Sensación de exultación (euforia)
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Apatía
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Cambios de humor
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Cambios en la personalidad
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Factores de riesgo
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Edad mayor de 65 años.
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Deterioro funcional.
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Afecciones neuropsiquiátricas preexistentes.
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Presencia de múltiples comorbilidades médicas.
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Factores precipitantes
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Infecciones del tracto urinario
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Medicamentos (antihistamínicos (difenhidramina), antiespasmódicos (oxibutinina),antieméticos, drogas antiparkinsonianas, antipsicóticos, benzodiacepinas)
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Dolor y deshidratación
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Neumonía
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Fractura de hueso
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Anemia
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Desordenes hidroelectrolíticos e insuficiencia hepática